Jacques de Miras, fundador de nuestras empresas, inculcó desde el principio una clara visión de construir con pasión y rigor, en estrecha colaboración con Aquilina. Juntos, sentaron las bases sólidas sobre las que se sustentan todas nuestras actividades.

Visionario y constructor, creía profundamente en el valor del trabajo en equipo y en el papel esencial de la familia para el éxito. En cada proyecto, supo combinar innovación y tradición, contando con el apoyo incondicional de su esposa.

Su legado no es solo el de una empresa, sino el de una filosofía de emprender con pasión, crear con el corazón y avanzar con confianza. Este espíritu sigue guiando nuestros pasos e inspirando a cada nueva generación.

Los tiempos han cambiado, y algunos de sus principios ya no pueden aplicarse con la misma exactitud que antes. Sin embargo, sus valores —rigor, honestidad, perseverancia y espíritu de solidaridad— siguen guiando nuestras decisiones e inspirando cada nuevo capítulo.

Su legado no es solo el de una empresa, sino una filosofía, un espíritu de compromiso y transmisión que se mantiene vivo y lleno de promesas. Continuamos su labor con gratitud y orgullo, fieles a lo que él inició.

Sabía que la persona en quien había depositado toda su confianza llevaría adelante su legado con fuerza y pasión.

Porque él nos transmitió sus valores con amor y fuerza, continuamos su obra, impulsados por la certeza de un futuro brillante.